Ahora tengo de todas, y no son profecías. podría morirme así y bien.
yo no sé el resto de enfermedades, pero la mía empieza odiando el ruido. podría decir que es una sensibilidad especial, pero no lo es. es una alteración profunda.
el ruido propaga el mal, en mi.
ruido de cacharros
ruido de niños gritando
ruido de motos
ruido de coches pitando
ruido de gente gritando en el bar
todo ese puto ruido se junta
se convierte en arma
y me acribilla
las ganas de vivir
el cerebro
el poder moverme
No soy autista.
Soy melómana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario